jueves, 8 de septiembre de 2011

Refranes para gente culta

Trasládeme yo a temperatura debidamente elevada y demuestre el vulgo su regocijo.
(Ande yo caliente y ríase la gente.)

Llama más nuestra atención una pareja de senos femeninos bien formados que dos vehículos remolcados por equinos.
(Tiran más dos tetas que dos carretas).

Jamás aseveres que no ingurgitarás determinada calidad de H2O, ni que cierto sacerdote no te ha engendrado y, menos aún, que aquel miembro viril no encontrará hueco en tu organismo.
(Nunca digas de este agua no beberé, ni este cura no es mi padre, ni esta polla no me cabe.)

Más vale plumífero volador en fosa metacarpiana que segunda potencia de diez pululando por el espacio.
(Más vale pájaro en mano que ciento volando.)

Crustáceo decádopo que pierde su estado de vigilia, es arrastrado por el ímpetu marino.
(Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.)

Relátame con quién deambulas y te manifestaré su idiosincrasia.
(Dime con quién andas y te diré quién eres.)

A perturbación ciclónica en el seno ambiental, rostro jocundo.
(Al mal tiempo, buena cara.)

H2O que no has de ingurgitar, permítele que discurra por su cauce.
(Agua que no has de beber, déjala correr.)

Ocúpate de la alimentación de las aves córvidas y éstas te extirparán las estructuras de las fosas orbitarias que perciben los estímulos visuales.
(Cría cuervos y te sacarán los ojos.)

El globo oftálmico del poseedor torna obeso el bruto vacuno.
(El ojo del amo engorda el ganado.)

Quien a ubérrima conífera se adosa, óptima umbría le entolda.
(El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.)

A equino objeto de un obsequio, no se le aquilatan las piezas odontoblásticas.
(A caballo regalado, no le mires el dentado.)

El rumiante cérvido propende al accidente orográfico.
(La cabra tira al monte.)

Las exequias con candel son más tolerables.
(Las penas con pan son menos.)

No existe adversidad que por sinecura no se trueque.
(No hay mal que por bien no venga.)

La ausencia absoluta de percepción visual torna insensible al órgano cardíaco.
(Ojos que no ven, corazón que no siente.)

Al andar maltrecho, aplicarle premura.
(Al mal paso, darle prisa.)

Cavidad gástrica satisfecha, víscera cardíaca eufórica.
(Barriga llena, corazón contento.)

Existe un felino en cautiverio.
(Aquí hay gato encerrado.)

El que embriológicamente es traído al mundo con el diámetro anteroposterior de la cavidad abdominal aumentado, no logrará reducir su contenido visceral por más intentos forzados extrínsecos de reforzar dicha pared en su infancia.
(El que nace barrigón, ni aunque lo fajen de chiquito.)

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